Los moldes de repostería son muy importantes para la elaboración de muchos postres. Los vamos a necesitar para hacer tartas, bizcochos, galletas, tiramisú o brownies. Son el elemento fundamental, ya no solo para darle forma al postre (galletas), sino el recipiente en el que se va a hornear (bizcochos) o depositar nuestro postre (tarta o tiramisú).
Moldes Repostería
Tipos de moldes de repostería
Hay muchos tipos de moldes para elaborar distintos tipos de postres. Nosotros hemos hecho una pequeña selección para que veas la variedad y lo útiles que pueden ser.
Hay moldes de repostería para cada momento y elaboración. Tenemos moldes para galletas, que nos vendrán muy bien para recortar la masa y darles la forma correspondiente. Hay otros que sirven directamente como la base en la que colocar nuestra masa y hornear, como pueden ser los moldes de bizcochos de yogur, cupcakes o brownies. En estos moldes vamos a verter nuestra masa, a introducirlos en el horno y a desmoldarlos una vez que estén listos. Para este proceso recomendamos todos aquellos moldes que tienen la opción de poderse desmontar. De este modo facilitamos ese momento y minimizamos el peligro de que se nos estropeé nuestro postre.
Otros moldes que nos gustan muchos son los moldes de repostería de silicona. Estos son geniales sobre todo a la hora de tenerlos que quitar, ya que al ser flexibles y maleables se hace de una forma muy segura, rápida y sencilla. Y nada de temor a la hora de meterlos en el horno. Este tipo de silicona aguanta perfectamente las altas temperaturas que necesitan nuestros postres para hacerse. En cualquier caso te dejamos unos consejos para el uso de este tipo de moldes.
Recordad que hay algunos moldes que son concretos para ciertos postres en particular: las bandejas con surcos son para hacer los cupcakes, bandejas con divisiones hechas para hacer pequeños brownies o los clásicos moldes redondos o cuadrados para todo tipo de tartas que no necesiten horno, como la tarta de queso o la tarta de la abuela.