La forma mas sencilla de hacer nuestros crepes es sin duda con una crepera. Es cierto que podemos hacerla en una sartén, pero hay ciertas ventajas de hacerlas con una crepera eléctrica. La primera y más importante es que el calor de la superficie lo podemos aplicar de una manera mas precisa. Cualquier crepera tiene un indicador para poner y regular la temperatura. Si hacemos un crepe con una sartén, tendremos que atinar con la intensidad de calor que le aporta el fuego o con la de nuestra vitrocerámica.
Selecciona tu crepera eléctrica
Alguna de las creperas que os recomendamos tiene alguna que otra pecualiaridad. Esta el modelo tipo plancha, que en vez de echar nuestra masa sobre la superficie caliente, la verteremos sobre el plato. Una vez que la tengamos extendida y como si de una plancha se tratase, aplicaremos nuestra crepera sobre la superficie y la mantendremos durante más o menos 30 segundos. En ese momento levantaremos y sobre el plato quedará nuestro crepe. Muy curioso.
También hemos incluido otro tipo de creperas que tienen un accesorio muy interesante. Consiste en una bandeja auxiliar que se coloca sobre la superficie principal y ofrece la opción de hacer pequeños crepes simultáneamente, o incluso tortitas, al tener unos surcos con la medida justa de una tortita.
Sea cual sea tu elección final, recomendamos untar la superficie donde vayamos a cocinar nuestros crepes con mantequilla o una gotita de aceite. Con esto vamos a conseguir que nuestros crepes no se queden pegados pese a que la mayoría de estas creperas tiene una superficie antiadherente. Estos electrodomésticos son realmente útiles y efectivos a la hora de realizar un tipo de postre que requiere de cierta pericia, sobre todo en el momento de verter la masa e ir extendiéndola a la vez que se va cocinando.